En general se portaron dignamente, evaluaron todos los aspectos y concluyeron que era real, incluso el gobierno Soviético envió una carta de felicitación a Estados Unidos.

La comunidad científica mundial rastreó todo el proceso con sus propios equipos quería que la misión fuera un éxito. Al fin y al cabo todos pertenecemos a la humanidad.

La URSS fue:

La primera en alcanzar la Luna con una sonda
La primera en orbitar y fotografiar la Luna
La primera en impactarla (primer contacto humano con otro cuerpo celeste)
La primera en alunizar
La primera en enviar datos desde la luna y realizar análisis.
La primera en desplegar un vehículo en otro planeta, el Lunojod 1.

Ahora bien, ¿ por qué no llegó a enviar humanos a la Luna? Hubo muchas razones.

A niveles generales una falta de interés. Sí, gastaron sus buenos billetes en un intento, desarrollaron un gran programa lunar, sin embargo eran pequeños comparados al de Estados Unidos.

La URSS no pensó en enviar Cosmonautas a la Luna hasta que Estados Unidos los desafió.

El programa espacial soviético no tenía un organismo unificado. Los diferentes proyectos espaciales estaban bajo la órbita de diversos grupos científicos y militares bajo órdenes del ministerio de defensa. La URSS no tenía un organismo aglutinador de tecnología espacial como la NASA.
Mientras Estados Unidos dedicó el 70% de todo su presupuesto dedicado al espacio en el programa APOLO, la URSS solo dedicó el 20% de sus esfuerzos espaciales en el programa lunar.

EE.UU. destinó unos 22 mil millones de dólares al programa APOLO, unos 130.000 millones actuales. La URSS solo 7.000 millones usó en el programa N-1.
El programa no tenía ningún incentivo científico. Era un proyecto puramente de prestigio político en competencia con Estados Unidos.
Todos los objetivos científicos posibles en la época relacionados a la Luna podían y fueron hechos con sondas robóticas por parte de los soviéticos.
Los diferentes actores del programa espacial soviético constantemente competían entre sí y se rehusaban a colaborar.

Mientras el 100% de la capacidad científica e industrial de EE.UU. se puso a disposición del proyecto, los soviéticos se peleaban y dividían.
La principal oficina de diseño de motores cohetes soviética quería usar grandes motores de cohete de combustibles hipergólicos, mientras la cabeza del programa Lunar, Koroliov demandaba el uso de motores a criogénicos. Korolev se peleó con Glushkó y se fue a la oficina de diseño de Kuznetsov que tenía poca experiencia en el tema.

Ese hecho causó que Kuznetsov creará una solución de motores múltiples sincronizados en vez de unos pocos grandes motores como el Saturn V. Si bien esos motores eran «pequeños» tenían una potencia extraordinaria.

Koroliov cometió un error mayor. Se rehusó a realizar pruebas estáticas y de vuelo de la primera etapa con sus 30 motores.

El equipo de ingenieros tuvo fuertes cruces con el héroe soviético por éste motivo. Koroliov se negaba a realizar pruebas porque éstas insumían demasiado tiempo y dinero, deberían producir más motores para probar, dejar que la NASA se adelantara más y gastar más recursos. Al imponerse contra la protesta de sus ingenieros subalternos, Koroliov acortó tiempos para probar el cohete N-1 casi en su versión final. Todas las etapas, el sistema electrónico de sincronizado de motores, todo se probó junto con los primeros lanzamientos. Los cuales fallaron estrepitosamente.

Ni siquiera los motores eran probados en bancos, Kuznetsov fabricaba series de los mismos y luego solo probaba uno hasta destruirlo. De allí exportaban al resto del lote las características y durabilidad de los motores.

El error de no probar cada etapa independientemente y los motores causó que en los despegues del N-1 la computadora de control de los 30 motores NK-15V (versión de pruebas del NK-33 final) mostrara fallos. Los motores también fallaron, algunos funcionaron mal debido a la falta de pruebas.

El error anterior causó retrasos y luego vino la muerte de Koroliov. Los fracasos de los lanzamientos obligaron a gastar aún más en el programa, hacer más motores y ya la NASA estaba adelantada.

Es muy probable que si probaban los motores debidamente, las etapas en pruebas menores, no todo el cohete, incrementando la complejidad lentamente, el N-1 hubiera podido alcanzar el espacio y quizás llegar a la Luna.

Como el programa iba de fracaso en retrasos y la NASA ya estaba haciendo misiones orbitales tripuladas a la Luna, el N-1 fue cancelado y nunca pudimos llegar a ver el sueño del programa lunar de Koroliov.

La impaciencia política a los grandes gastos de recursos y pocos resultados, sumados a que los científicos e ingenieros soviéticos estaban trabajando en ambiciosas estaciones espaciales y armas satelitales terminaron haciendo que el N-1 perdiera la carrera a la Luna y fuese cancelado.

Los soviéticos se avocaron enteramente a programas con mayor retorno científico y militar en la órbita baja. Mientras la NASA hacía las misiones APOLO los soviéticos se dedicaron a diseñar las primeras estaciones espaciales, hicieron miles de experimentos en ingravidez, establecieron récords de permanencia humana, desarrollaron tecnologías de soporte de vida, láseres espaciales, aviones espaciales reutilizables, remolcadores espaciales capaces de mover satélites, etc.

De la tecnología de las estaciones espaciales los soviéticos llegaron a la MIR. Cuando cayó la URSS, una nueva estación más grande estaba en diseño, la MIR-2.

El núcleo de la actual Estación Espacial Internacional, con sus sistemas de soporte de vida y energía, son los primeros segmentos diseñados para la MIR-2. Si, la ISS es esencialmente tecnología soviética.

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