A estas alturas del siglo XXI no hace falta ser demasiado listo para saber que quien está enterrado en Santiago de Compostela no es el propio apóstol, sino que con toda probabilidad sería Prisciliano. El propio Miguel de Unamuno –que, por cierto, fue excomulgado- afirmaba: “No creo que ningún católico medianamente culto pueda pensar que las reliquias de Compostela son de Santiago”. Y añadía como colofón que los restos son de Prisciliano.
La historia que siempre nos han vendido es que en el año 812 un santo ermita llamado Pelagio, que habitaba en el castro de Amacea, un antiguo santuario celta donde se levantó la iglesia de San Fiz de Solovio, percibió repetidas veces unas extrañas luces que asomaban sobre un montículo.… Leer más....