La tecnología es algo maravilloso. La capacidad que han adquirido los teléfonos móviles o smartphone va más allá de una simple llamada. Es por eso que me he decidido a publicar este artículo, para que sirva como referencia y ejemplo de lo que se puede hacer con esta tecnología. Te voy a explicar cuál es mi flujo de trabajo con un smartphone.
Aparte de usarlo como teléfono para enviar y recibir llamadas, o las habituales entregas de correo electrónico por Gmail, Whatsapp (que permite sincronizarse con una versión web, simplemente escaneando un código QR, escribiendo desde el ordenador PC) y SMS, la otra principal función de mi Huawei P20 Pro es usarlo como máquina fotográfica.
En este sentido, aparte de utilizar la herramienta propia de la marca con la que se pueden obtener desenfoques de todo tipo, utilizo OpenCamera como aplicación gratuita para tomar fotos cuadradas a alta resolución, que luego subo a la red social Instagram. Como también dispongo de otra red social para fotógrafos profesionales, 500px, para no tener que volver a repetir el proceso de subida, dispongo de un conector IFTTT que se encarga de subir la misma foto a 500px desde la cuenta de Instagram y de forma automática. Por supuesto no hay foto que suba a las redes sociales que no pase por la edición. Siempre lo hago con Snapseed.
Las fotos las subo a Instagram y 500px. Facebook lo uso para publicar noticias y artículos.
Como disfruto mucho con la fotografía documental, uso diversas lentes externasy el flash externo Lume Cube que me permite disparar flashes a distancia, sin cables, y desde el smartphone. Para que converjan las lentes con cierta configuración uso la aplicación Moment Pro. Otras aplicaciones usadas por mí, para diversas técnicas fotográficas, son Lapse it Pro, HDR Camera y AfterFocuscon los que trabajar los desenfoques a partir de capas.
El vídeo es algo con lo que estoy comenzando. Para este tipo de grabaciones suelo usar Filmic Pro, que es lo más completo que he visto, junto a un gimbal. La edición la realizo con FilmoraGo o Magisto. Este último lo hace todo él de forma automática, añadiendo música en función del tiempo estipulado.
Otra cosa que suelo hacer es digitalizar documentos, como si de un escaner se tratase, con la aplicación CamScanner.
Se me olvidaba. Las finanzas las contemplo con una aplicación de La Caixa y desde mi cuenta Paypal.
Otras aplicaciones que utilizo con bastante frecuencia son:
- El portal de subastas eBay y Wallapop
- Amazon
- Las noticias de Flipboard
- La Wikipedia
- El calendario de Google
- La linterna del sistema
- La definición de una alarma para poderme levantar por las mañanas
- Vídeos con YouTube y alguna vez con Nefflix
- El estado del tiempo con WeatherPro o Meteored
- Cómo está el Sol con SunSurveyor o la Luna con Lunescopio
- Booking.com para las reservas de hoteles
- El traductor de Google
Por supuesto de todo lo anterior hay aplicaciones específicas en Google Play. El navegador Opera sólo lo utilizo para visitar páginas web.
Para viajar es indispensable llevar Google Maps, con el que encontrar cualquier dirección en un momento, y a la que se te dirige caminando. Si llevo el automóvil prefiero Sygic, basado en el popular Tom Tom que, aparte, me informa de los radares. Moovit es otro programa de los indispensables, ya que me informa de cómo llegar a cualquier sitio, de cualquier ciudad del mundo, usando el transporte público. Y si visito alguna exposición, cine o teatro, las entradas las suelo llevar en Passwallet.
Amazon Kindle es mi opción para leer libros digitales. Es por eso que quise comprar un smartphone de más de 6 pulgadas; así puedo leer con menos problemas de visión, adaptándose la tipografía a mi gusto personal.
Es curioso que para presentaciones del tipo Powerpoint y Word, existe una aplicación que es como una copia gemela de Office, llamada WPS Office. Se puede usar conjuntamente con Onedrive, si queremos almacenar los archivos en la nube y que estén disponibles desde cualquier ubicación. Como me disgusta tener que llevar conmigo un ordenador portátil a la hora de realizar presentaciones, adquirí un cable con tecnología MHL que, al conectarse al smartphone, hace que aparezca en pantalla el sistema operativo Emui Desktop, una especie de Linux al más puro estilo Chrome Desktop. Después de conectarlo al cable Matedock 2 y un cable HDMI, puedo proyectar las presentaciones desde un mini proyector, portátil y de un tamaño no superior a la palma de mi mano. Como sistema de oficina portátil me resulta indispensable, ya que le he añadido un mini teclado y un ratón Bluetooh.
El sonido es otro de esos referentes en estos smartphone. El Huawei cuenta con Dolby Atmos. Es una gozada poder escuchar Spotify para todo tipo de música. Como adicto a los podcasts tengo descargada la aplicación Ivoox y así escucho todo tipo de programas de radio.
La conexión de Spotify o Ivoox es mediante Bluetooth a unos auriculares de la marca Holyhigh, que me dan una potencia brutal. Es más, estos auriculares se pueden controlar mediante breves pulsaciones desde el oído, para adelantar temas o parar la música. Al llegar al automóvil la música o el podcast se sincronizan de forma automática con el equipo estéreo, mediante Bluetooth, escuchándose al instante. Y, por supuesto, puedo apagar la pantalla; y la emisión sigue funcionando.
La seguridad es otro referente. Lastpass me guarda todas las contraseñas. Y Cerberus me permite saber dónde se encuentra mi smartphone en caso de pérdida o robo, incluyendo la posibilidad de hacer fotos de forma remota o enviar mensajes a la persona que esté en posesión de mi teléfono. También es posible borrar todos los datos de la memoria, de forma remota, en caso de pérdida.
Y, por descontado, todos los datos tienen copia de seguridad a una cuenta Google o Huawei, para poderlos recuperar cuando quiera.
Como batería suplementaria suelo llevar conmigo una de Xiaomi; así tengo garantizada la disponibilidad por mucho uso que le dé.
Espero veas las enormes posibilidades que tiene un smartphone. Seguro que tú le encuentras más; pero éstas son las mías, si te sirven como ejemplo. He prescindido de aportar enlaces que ya se conocen; sólo he indicado los menos conocidos.
Y es que la tecnología parece no tener límites. ¡Larga vida al smartphone!
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22 abril, 2019 a las 12:30
Interesante artículo carlos, saludos. Xavi