Una imponente cruz de 18 toneladas culmina desde agosto del 2018 la Fachada de la Pasión, de la Sagrada Familia de Gaudí en Barcelona.
Es una cruz de 7,5 metros de altura, sin crucifijo puesto que celebra ya la Victoria del Cristo resucitado. Con ella se termina el recorrido por la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, de la que fue autor el escultor Josep Maria Subirachs.
El conjunto de la Pasión muestra además tres ángeles: uno en actitud de veneración como si levantara la Cruz, otro que la acaricia de modo que muestra su amor y respeto, y un tercero que está arrodillado y con una mano levanta el cáliz de la Sangre del Cristo.
O sea, que la iglesia Católica sí admite que el cáliz de Valencia sí es el auténtico, dado que es el que se ve en esta fachada. Por cierto, recientes investigaciones del catedrático de Diseño de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) Gabriel Songel acercan al posible autor de la inscripción que se encuentra dispuesta verticalmente en la base del Santo Cáliz de Valencia, al judío converso Pedro Alfonso de Huesca, En ésta se leería como «Alá Isa«, es decir, »Jesús (es) Dios«, como apuntó el estudioso Agustín Blasco; lo cual, quiere decir que el cáliz es medieval y en ningún caso tiene más antigüedad, más allá de esta época.
Además, hay dos figuras imponentes que representan al León de Judá y al Cordero del sacrificio de Abraham.
Tras la rechifla que en otoño del 2015 causó el primer león que se colocó en la Fachada de la Pasión, a cuyo lado el felino cobardica de ‘El mago de Oz’ parecería un devorador de hombres, el escultor Lau Feliu dispuso la versión 2.0 de aquel fiasco. El león, y también el cordero que se colocó en este 2018 en el extremo contrario del acroterio de la fachada, ya están esculpidos y colocados.
En la foto de pie vemos al león actual. En la otra, el que hubo primeramente y que fue de lo más vergonzoso.
Por si alguien siente curiosidad, el león 2.0 de la Sagrada Família sale del taller sin genitales.
El manto que cubría el cuerpo de Jesús, o sea, la Sábana Santa, se encuentra sobre el agujero de entrada del conjunto escultórico del Sepulcro Vacío, en la fachada de la Pasión.
Para la colocación de esta pieza, se usó una grúa propia. El manto, que está diseñado en tres piezas, tiene un peso total de 665 kg y, por el lado que es visible desde la calle, mide 1,25 metros de largo. Como el resto de esculturas del conjunto del Santo Sepulcro, es obra de Francesc Fajula, quien lo ha elaborado a partir de un manto real colocado sobre la roca en la que se sitúa el sepulcro. Fajula es quien hizo el Cristo del altar, basado en un conocido modelo masculino de Barcelona.
Por tanto, en esta historia tenemos una Sábana Santa, la gran falsificación medieval; un Cáliz santo, también falso, un león que sustituye a otro sacado de una película de Disney… Y todo ello rematando el final de las obras de la Fachada de la Pasión de la Sagrada Familia. Con dos bemoles.
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9 mayo, 2019 a las 11:18
Buenísimo análisis… !!! Bajo ese manto sarcástico que brindas al artículo, no deja de ser certero.
14 julio, 2019 a las 08:56
A ver cómo acaba la obra…